La pregunta del millón para muchas personas que van a comprar una casa es esta: ¿Merece la pena comprarme un piso amueblado o sin amueblar? Como todas las preguntas, no tiene una respuesta fácil… ¡Depende! ¿Y de qué depende? En este artículo te lo explicamos.
En, en primer lugar, depende de cuál es nuestra situación financiera, ya que los estudios demuestran que los pisos amueblados son mucho más caros que los no amueblados ya que suelen tener, a iguales condiciones, una mensualidad más grande. En este caso, cabría plantearse que, si vamos a estar poco tiempo en ese piso (Por ejemplo, porque estemos trabajando durante una misión o contrato temporal) quizás sea más rentable optar por uno amueblado.
Sin embargo, si nuestra intención es ir y alquilar un piso para estar en él mucho tiempo (años), seguramente la mejor opción sea escoger uno que no esté amueblado. Los pisos vacíos requieren, desde luego, un gasto inicial en muebles pero nos permiten tener una menor cuota de alquiler a largo plazo.
Alquilar un piso amueblado sale caro a largo plazo
Sin embargo, no es el precio la única razón para optar por un piso amueblado. Vivir en una casa no es lo mismo que vivir “en casa”. No son pocos los psicólogos que advierten de los enormes beneficios para nuestra comodidad y estabilidad mental que tiene el sentir que la casa en la que vivimos es nuestra y, sin duda, una forma importante de hacer que lo sea es escoger nosotros sus muebles y decorarla al gusto. Estar en un piso ya amueblado puede hacer que sintamos, en parte, que estamos viviendo en un hotel.
Entre las ventajas que puede tener el vivir en un piso amueblado destaca el hecho de que la entrada se produce de forma inmediata. Si tenemos prisa por establecernos en este barrio o ciudad, lo más adecuado va a ser siempre optar por un piso amueblado en el que poder entrar a vivir desde el minuto cero. Por el contrario, si nos decantamos por el no amueblado debemos tener en cuenta que habrá que tomar tiempo para escoger los muebles, traerlos a casa e instalarlos.
Además, la tarifa de la mudanza no sería tampoco la misma en ambos casos. Cuando alquilamos un piso amueblado sólo llevamos a él nuestras cosas (cubiertos, libros, ropa…) mientras que, si está sin amueblar, deberemos también llevar los muebles que ya tenemos con el consiguiente precio más alto.
La flexibilidad es clave a la hora de alquilar el piso
Hemos hablado de las ventajas e inconvenientes de alquilar un piso amueblado y sin amueblar… ¿Qué hay de todo eso cuando somos nosotros los propietarios? En este caso, desde luego, dependerá en gran medida de si queremos mantener con nosotros todos los muebles para ir a nuestra nueva casa. Si no es el caso, como siempre, lo mejor es optar por la flexibilidad: proponer un piso amueblado y, también, dar la opción de alquilarlo sin muebles hará que tengamos muchas más opciones a la hora de alquilar nuestro piso.