Según los datos analizados, casi 7 de cada 10 vendedores son hombres, con una edad media que se sitúa en torno a los 52 años.
En cuanto a su nivel de formación, resulta destacable que 8 de cada 10 vendedores cuentan con estudios superiores.
Por último, sobre su estado civil, lo más habitual es que estén casados (43%). Sin embargo, comienza a ser común la venta de viviendas por parte de divorciados (14%).
Objetivo: tener una vivienda adaptada a cada momento de la vida .
Una de las motivaciones más frecuentes que llevan a querer vender la vivienda habitual es el traslado a otras partes del territorio nacional. En este punto pueden darse dos opciones: los propietarios deben irse a vivir a otra localidad por motivos laborales o quieren dejar el centro para mudarse al extrarradio.
Otro motivo es el cambio de inmueble, es decir, la venta de la vivienda para adquirir otra propiedad que se adapte mejor a las circunstancias personales del vendedor.
Para Ana Villanueva, CEO de Tiko, “todos buscamos un inmueble que se adapte a nuestras circunstancias personales, que varían a lo largo de la vida. Por ejemplo, tenemos hijos o nos cambiamos de trabajo y queremos vivir más cerca de la nueva oficina. Los motivos pueden ser variados pero el objetivo es siempre tener una casa que responda a nuestras necesidades de cada momento”.
Por último, más de 2 de cada 10 ventas se realizan tras recibir como herencia una propiedad. En estos casos, los herederos no están interesados en conservar el inmueble y deciden que la mejor solución es venderlo.
Fuente: elmundofinanciero.com